Todavía me duraba la alegría por la sesión extraordinaria en que la Junta de San José creó la Comisión de Género como una comisión asesora permanente y se ponía al fin a tono con las demás Juntas del país (era de las últimas que quedábamos sin Comisión de Género), cuando el lunes 4 tuvimos la visita inesperada del Intendente José Luis Falero.
Digo inesperada porque, al menos en la bancada de Frente Amplio, nos enteramos a las 19:00 horas. Para la sesión de ese día había 3 mociones extraordinarias presentadas: Sobre una escuela rural, presentada por Gastón Camy; otra sobre los hechos de violencia que se llevaron la vida de dos niñas en las últimas semanas, presentada por Mario Guerra (sí, leyó bien, era el edil mocionante) y la otra presentada por el compañero del FA Pablo García sobre la tasa de alumbrado y lo que la Intendencia lleva recaudado. Explico esto porque, pese a que teníamos después de la sesión el brindis de fin de año, la sesión en sí tendría de todo un poco.
En junio de este año la bancada del Frente Amplio presentó la moción de llamar a sala al director de obras de la Intendencia, en ese momento Nelson Acosta. Pasaron casi seis meses, el director pasó a ser subdirector y no se había presentado nadie. Aunque el sentir general de la gente es que las calles, aquí y allá, están cada vez peor.
Entonces, el lunes 4, con todo el derecho del mundo y en medio de muchas cosas, se presentó el Intendente y todo el equipo de obras: director, sub director, ingeniero, ingeniera y responsables de cada zona del departamento. Sólo habló el Intendente en la sesión.
La bancada del FA fue planteando las dudas y preguntas con la intervención de varios de sus ediles y edilas. Ante las preguntas de un edil, el intendente respondía por espacio de 15 a 20 minutos. Las réplicas no fueron posible ya que la documentación o respaldo de las exposiciones del señor Intendente eran difícil de refutar. Política con mucho oficio, le llamo a eso.
Dos consultas o preguntas puntuales fueron las que realicé. En primer lugar, sobre la construcción de las cunetas para encauzar la lluvia y las entradas con los caños correspondientes en el complejo Mevir-Kiyú que le corresponden a la Intendencia y no se han realizado. Las familias viven allí desde junio-julio de 2016, las luces prometidas por Falero para un plazo de un año, aún no están.
El Intendente contestó que era algo que le preocupaba porque Mevir era la segunda vez que hacía lo mismo de no terminar lo que le correspondía, que la Intendencia lo haría pero que iba a hablar con la presidenta porque “así no va más”. Sin embargo, la respuesta que tenemos de Mevir es otra. Desde Mevir nos responden que esa tarea le corresponde a la Intendencia como parte del acuerdo. Respuesta oficial de la Coordinadora de la Unidad de Atención al Participante.
La segunda pregunta tuvo relación a cómo se definían las prioridades de las obras de calles y caminos porque mucha gente se preguntaba por qué arreglar las calles del centro de la ciudad de San José tales como la circunvalación de la plaza Treinta y Tres o calle Sarandí, cuando tantas calles de los barrios están intransitables.
El Intendente contestó que había un informe realizado por la ingeniera (allí presente pero no habló), que había riesgo de derrumbe porque el hormigón se estaba socavando. Me quedé pensando en la respuesta, no pude acceder al informe ni a la explicación técnica. Me vino la imagen de las grandes ciudades como París o Nueva York en las que los subsuelos son huecos y son atravesadas por grandes conductos de gas, alcantarillas y líneas de subte. Nunca me imaginé que así de hueco estaría el centro de nuestra ciudad. A lo mejor, sí.
Hubo más respuestas a los planteos de mis compañeros y en medio de las respuestas otras cuestiones de manejo político “de paso, cañazo”.
La posición que “no podía dejar que terminara el año sin venir”, fue reiterada por el Sr. Intendente en más de una ocasión. Llegó sin avisar, desde el ejecutivo habló sólo él y no se pudo contar con la información necesaria para debatir, intercambiar con mayores elementos. Deberemos estar mejor preparados para la próxima ocasión. No sólo de obras hay que discutir.
Mientras tanto, no tengo claro cuánto supo la ciudadanía de todo esto. Llegan las fiestas de fin de año, todo mengua entre brindis y brindis y se sigue construyendo el discurso que “a San José lo hacemos entre todos”.
Ana Gabriela Fernández – Edila por Casa Grande en San José