Lo correcto, lo incorrecto y la mentira política

El avance en materia de derechos que ha tenido nuestro país en los últimos 15 años, ha colocado el discurso político y social en un estado diferente en el que muchos sectores de la sociedad se resisten y varios políticos también. 

Porque hablar en abstracto de los Derechos Humanos que allá lejos y hace tiempo los países ratificaron, era relativamente sencillo, pero cuando estos derechos se comienzan a materializar en leyes concretas, políticas específicas y reconocimiento de históricas discriminaciones, a más de uno se le desacomoda el cuerpo.  

Pongamos ejemplos: 

Hay un discurso que dice que son importantes los trabajadores del campo para nuestro país. Se ponen el poncho y salen en las fotos de las actividades vinculadas al agro. Cuando se votó la ley de 8 horas para los trabajadores rurales casi todos la votaron, pero en el candidato del partido Nacional Luis Lacalle Pou dijo no estar de acuerdo en declaraciones de agosto de 20141.

Las afirmaciones se pueden colocar en lo políticamente incorrecto porque en definitiva, el candidato considera que los trabajadores del campo no pueden tener los mismos derechos que los trabajadores de la ciudad. 

Algo parecido sucede con la ley Nº18.065 que regula el trabajo doméstico y garantiza los derechos de las trabajadoras (en una inmensa mayoría mujeres) que han estado tradicionalmente excluidas del derecho a la seguridad social, licencia por enfermedad o maternidad, imposibilidad de jubilarse al final de su trayectoria laboral y un largo etcétera. Mientras las trabajadoras domésticas permanecieron en la informalidad no gozaban de los mismos derechos que otras trabajadoras. Como es muy difícil decir que NO se está de acuerdo con esto, pasó a ser políticamente correcto hablar de las trabajadoras domésticas formales. 

Si pasamos al ámbito de los derechos sexuales y reproductivos tenemos un sinfín de discursos que no saben cómo acomodarse. La educación de la salud sexual y reproductiva en escuelas y liceos, así como los servicios de las policlínicas de ASSE, han permitido bajar el embarazo adolescente a mínimos históricos: 36 cada 1000 jóvenes. Esto es porque existe una Estrategia Nacional de prevención del embarazo adolescente que ha propuesto medidas concretas para evitar los embarazos no deseados. También tiene que ver con la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que nos lleva a las tasas más bajas de la región de mortalidad materna. Nos citan como ejemplo en el mundo entero, pero blancos (menos Jorge Saravia) y colorados votaron en contra de la ley del aborto en 2012. En realidad es políticamente incorrecto no estar a favor de la reducción de la mortalidad materna, por eso será que las noticias de este tipo no las vinculan en sus discursos con el IVE o con la educación sexual. Recordemos también que desde el partido nacional se impulsó el proceso de consulta para habilitar un referéndum que derogara esta ley. 

En materia de identidad de género, tenemos otro gran ejemplo con la oposición rotunda a la ley integral de personas Trans y el pro- referéndum que impulsaron para derogarla. Políticamente incorrecto estar en contra del derecho a SER, pero ya están anunciando que si ganan la van a derogar. 

La sorpresa ha sido grande cuando la semana pasada la directora de Desarrollo Social de la Intendencia de San José ha salido en un acto de campaña en el barrio Exposición a hablar de Derechos Humanos y cómo el gobierno nacional no cumple con lo que dice en esta materia2. Estas declaraciones ya no entran en la incorrección política sino en la mentira. 

El problema es lo que la Sra. Directora Carolina Hornes, entiende por Derechos Humanos, si una carta universal allá lejos y hace tiempo, o las políticas reales que han permitido que cerca de 3000 niños y niñas asistan a centros CAIF en el departamento, la apertura de más clubes de niños y casas jóvenes, los campamentos educativos de la ANEP, la atención de las embarazadas y recién nacidos en programas como Uruguay Crece Contigo, las rondas rurales del Ministerio de Salud Pública o la atención en salud de las policlínicas de ASSE, esas que permiten desde colocar los parches anticonceptivos, hasta una consulta de rodilla en el Instituto Nacional de Ortopedia y Traumatología. Todas esas acciones del gobierno nacional, entre muchas otras, son aterrizajes de políticas con enfoque de derechos humanos. 

Pero hay otra cosa fundamental que la Directora no contempla y es desde dónde se conciben, planifican y ejecutan las políticas sociales. Allí también hay un enfoque de derechos humanos, porque no se trata solamente de satisfacer las necesidades básicas sino desde dónde me coloco para trabajar con el otro, con esa persona que por diferentes circunstancias está en condiciones de vida desfavorecidas. Hablar de Derechos Humanos es también reconocer las capacidades de las otras personas como sujetas activas de su propio proceso de vida. 

Lo que resulta obvio es que si el Ministerio de Desarrollo Social en lugar de dar una canasta de alimentos de INDA, que antes se repartía a través de la Intendencia, otorga una tarjeta con dinero para que las usuarias decidan qué comprar y dónde (porque las mujeres son las que se encarga de la comida), se concibe a las usuarias con la capacidad de decidir sobre la alimentación. El resultado es que la Intendencia deja de tener las canastas como moneda de cambio del clientelismo político y eso molesta, por eso se incurre en la mentira. 

 

1 Diario El Observador https://www.elobservador.com.uy/nota/lacalle-pou-no-lo-recordaba-pero-los-blancos-votaron-la-ley-de-8-horas-20149320130

2 Fuente: https://www.sanjoseahora.com.uy/2019/10/10/para-hornes-el-fa-no-puede-hablar-de-derechos-humanos/

 

Edila Ana Gabriela Fernández. Frente Amplio – Casa Grande. 

 


Historias que son ‘Historia reciente’ (2)

IV

Tania vivía en Tacuarembó, era la más linda de su clase. Pero dejó el Liceo muy pronto. A los 19, fue madre. A los 20, su marido la vendió a otro hombre. Más precisamente, la perdió en una timba. Así fue que llegó a Libertad con ese hombre que le daba casa y comida y le dejaba vivir con su hijo. Era su dueño. Después de un tiempo empezó a trabajar haciendo limpiezas en distintas casas y en un club de abuelos. Fue con ellas, con las abuelas que se reunían los miércoles de tarde a hacer croché, que se animó a contarles un día la situación en la que estaba: el hombre era cada vez más violento con ella y ya no daba más. Un día, Tania apareció con moretones en un brazo; las señoras del croché empezaron a cruzar las miradas. La sentaron en un rincón y le dijeron que ellas la ayudaban si se decidía a dejar a aquel hombre. De inmediato hablaron por una asistencia con el equipo de violencia del Centro de Salud de Libertad y empezaron a llamar a conocidos y vecinas para conseguirle algo dónde vivir con su hijo. Tania no sabía que como trabajadora doméstica le correspondía estar en caja en todas las casas a las que iba, porque así también cobraba la asignación familiar para su hijo. Las abuelas le abrieron los ojos, ASSE y el BPS le reconocieron sus derechos.

V

Mirta y Mariana trabajaron toda la vida con sus maridos en la producción de tomate y morrón. Eran establecimientos familiares y vecinos de la ruta 45 que se daban una mano entre todos, siempre que podían. Lo que a ellas les preocupaba era la mercadería que no “entraba” en el Mercado Modelo, porque se terminaba tirando o dando a los animales. Un día fueron a un curso ofrecido en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y el Instituto Nacional de las Mujeres para mujeres rurales. Allí mismo lo decidieron: vamos a armar un grupo de lo que somos, mujeres rurales. Los trámites no fueron fáciles y las idas al Ministerio no exageran cuando dicen que a veces le ponían los pelos de punta. Pero se dieron cuenta que si tenían todo al día, la certificación como productoras de hortifruticultura y los cursos realizados, podían acceder a préstamos ventajosos y proyectos específicos que les sirvieron para comenzar a producir dulces y conservas. Pasaron ocho años y ya son nueve las que integran el grupo. Tienen avanzada la producción y venden en las ferias. Ahora están atrás de la certificación de bromatología para comercializar en otros lugares.  Hay que arreglar ese tema porque no puede ser que en cada departamento sea un certificado distinto. En el camino, tomaron conciencia de sí mismas, de lo que eran capaces y de la fuerza colectiva que las impulsaba.    

VI

Luciano vivía en el barrio Ribot de Trinidad cuando en el 2002 empezó a asistir a un merendero organizado por algunas maestras jubiladas. Estaba en primero de liceo y su madre había perdido el trabajo. Si iba allí, se aseguraba una leche caliente al día y algo de comida. Gracias a ese merendero, que después se llenó de actividades y terminó siendo el Centro Juvenil “Taller Guidaí”, Luciano terminó la UTU y se animó a hacer el curso de técnico electromotriz en Canelones. Lo apuntalaron mucho, tuvo suerte. Las vueltas de la vida hicieron que terminara en Rodríguez porque su novia era de allí. Este año, Matías ingresó al CAIF Concordia a la sala de primer año. Luciano arregló en el taller que trabaja para poder hacer el período de adaptación con él y le sacó varias fotos en la impecable sala de psicomotricidad y los juegos al aire libre que Matías iba descubriendo. Al instante, en el barrio Ribot, una abuela babosa corría a mostrar las fotos a las maestras del Taller Guidaí.  

Epílogo

Tania, Mirta, Mariana y Luciano son personajes inventados. Sus historias son reales, seguro que usted conoce alguna. No fue en otro país. Fue en éste, en el que pasan muchas cosas que no quisiéramos que pasen y otras tan maravillosas como éstas que queremos que sigan pasando. Por eso, usted sabe que estas historias son ‘Historia reciente’ desde que gobierna el Frente Amplio. Intente revisar en su memoria cuántas conoce y saque la cuenta qué debe hacer para que sigan ocurriendo. 


Edila Ana Gabriela Fernández. Frente Amplio – Casa Grande.


Historias recientes que son historias

I

Melisa vivía en Pavón cuando en el 2000 se fue a estudiar a Montevideo. Sus padres tenían un campito y con mucho esfuerzo la podían mantener para que ella estudiara Agronomía. Cuando se vino la crisis de 2002 no pudo seguir estudiando; se puso a trabajar y se fue a vivir con su novio. Tenía 25 cuando tuvieron su primer hijo, se volvieron a vivir a Ecilda porque era más barata la vida, cerca de sus padres se sentía más acompañada y Guzmán podía viajar a trabajar a Montevideo. Las cosas comenzaron a acomodarse. Melisa encontró trabajo en una empresa quesera pero tenía pendiente eso que quería: seguir estudiando. Lucas ya iba a la escuela y disponía de otros tiempos. Entonces, fue cuando se enteró de la Licenciatura que ofrecía la UTEC en Ciencia y Tecnología de Lácteos, con dos grandes ventajas: el 50 % era presencial pero el 50% era virtual y además no tenía que viajar a Montevideo. Allí cerca, en La Paz, Colonia estaba la carrera. Mejor imposible. En eso está, no cursa todo de una. Melisa trabaja, tiene dos hijos, y va estudiando de a poco. La diferencia ahora es que lo puede hacer. La descentralización de la educación superior no es un cuento de otros países. Sucede aquí en Uruguay.    

II

Pablo no lograba terminar 6to. de liceo. Debía algunas de 5to. y casi todas de 6to. La madre lo perseguía para que estudiara y pensara en cómo iba a hacer porque el liceo lo tenía que terminar: sí o sí. Está cruda la cosa. Pablo jugaba al fútbol y le gustaba hacer ejercicio. Se había anotado en curso de guardavidas y en el verano trabajaba en alguna de las playas que le tocara. Al menos hacía una plata para salir los fines de semana. En 2015, cuando en febrero tenía que ir a inscribirse por cuarta vez al liceo, se enteró por un amigo lo del Bachillerato en Deportes  y Recreación de UTU. Sacó la cuenta que podía ser volver atrás para cursar más materias pero la duda le duró poco. Se inscribió en la UTU de acá, de San José; en dos años terminó. La madre no lo podía creer. Trabaja para campamentos educativos de diferentes organizaciones, tiene su sueldo y está pensando en seguir estudiando. Puede ser en Paysandú o Maldonado. 

III

Esther tiene 81 años, hacía diez que le comenzó a avanzar la catarata en el ojo derecho. Al principio no le dio importancia. Seguía tejiendo y con eso se ganaba una plata que le sumaba a la jubilación. También teje para los nietos, porque tiene varios de los cinco hijos que tuvo. El año pasado ya comenzó a costarle cada vez más el tejido. En 2010 logró por fin jubilarse porque aunque había trabajado toda la vida, varias veces los patrones la tuvieron en negro. Los años no alcanzaban en la Caja. Entonces fue cuando una de las hijas llegó corriendo y le dijo: “mamá ahora sí vas a jubilarte”. Esther fue una de las tantas mujeres que tuvieron por fin una recompensa a una vida de trabajo porque logró sumar 1 año de trabajo por cada hijo que tuvo; así le dieron las cuentas. Este año, por febrero, a otro de los hijos se le ocurrió ir a la Asociación de Jubilados para averiguar si los médicos cubanos podrían ver a su madre. Consiguió número para la siguiente vez que vinieron y ahora la operan en agosto. Está nerviosa, no es para menos, pero le dijo a Zulma, su vecina, que parece mentira, que ahora va volver a ver bien. Y que no le cuesta un peso.  

Epílogo

Melisa, Pablo y Esther son personajes inventados. Sus historias son reales, seguro que usted conoce alguna. No fue en otro país, fue en este, en el que pasan muchas cosas que no quisiéramos que pasen y otras tan maravillosas como estas que queremos que sigan pasando. Por eso, usted sabe que estas historias son Historia reciente desde que gobierna el Frente Amplio. Intente revisar en su memoria cuántas conoce y saque la cuenta qué debe hacer para que sigan ocurriendo. 

 

Edila Ana Gabriela Fernández. Frente Amplio – Casa Grande.


Discursos y tensiones del año electoral

No deberíamos transformar el año de elecciones en uno para el olvido. Internas primero, nacionales y balotage después, pueden ser una oportunidad para el debate constructivo. Pero las tensiones aumentan aún en este moderado y pacato Uruguay. Las expresiones públicas de los líderes políticos -son bastante menos ‘las líderes’- suelen ser ataques hacia el bando contrario más que defensa de ideas y propuestas propias.

Al tradicional papel que juegan los medios masivos de comunicación, con tanta incidencia en la generación de opinión, se agrega el rol creciente y perturbador de las redes sociales donde cualquier persona puede volcar información -falsa o verdadera-, análisis y opiniones. Su publicación volverse eso a lo que se llama “trending topic”. Marcar tendencia, alcanzar una difusión masiva.

Cualquiera puede publicar una “foto trucada”, recopilar frases de años y contextos diferentes, “un meme” ingenioso, armar una noticia verdadera o falsa. La “vida paralela” que ocurre en las redes sociales transcurre de manera tal que si una noticia aparece allí adquiere vida propia. Lo que está en las redes sociales – la realidad virtual – se integra, es parte de la realidad. Algunas personas intentan buscar de donde viene la información, cuál es su validez, pero me atrevería a decir que son las menos. Entonces nos encontramos en las redes, con miles de cosas que no aportan a un debate en serio. Se genera confusión y no se sabe muy bien para dónde agarrar, tendemos a aferrarnos cada vez con más fuerza a alguna de las ideas que tenemos incorporadas. Perdemos capacidad de intercambio, de escuchar a los demás. El debate se polariza entre opuestos irreconciliables. Flaco favor para la democracia. El debate e intercambio de opiniones se vuelve cada vez más lejano.

En este terreno de incertidumbre y polarización, los líderes políticos deberían contribuir a mitigar esas tensiones. Pero nos asomamos a una campaña donde aparece todo lo contrario.

Por ejemplo, la semana pasada la senadora Verónica Alonso afirmó que “hay 2500 o más cargos de confianza”1 en el Estado. La Oficina Nacional de Servicio Civil en su informe 2017 dio a conocer que los cargos de confianza eran 734. Por otra parte – y a modo de ejemplo – en San José, donde el Partido Nacional se jacta de tener pocos cargos de confianza, en este período creó las subdirecciones aumentando significativamente el gasto en el presupuesto quinquenal.

Y vale la pena recordar que el Partido Nacional ha sido el principal oponente en el Parlamento para sancionar una ley que obligue al concurso para el ingreso también en las intendencias. Para entenderlo mejor: lo que es ley para entrar en cualquier Ministerio, ente público o dependencia del Estado a nivel nacional, no se cumple para las intendencias.

Otro ejemplo. Afirmó la semana pasada el ex-presidente y pre-candidato del Partido Colorado, Julio María Sanguinetti, en una tertulia en un bar de Montevideo que “la causa de los desaparecidos es una causa sagrada”2. Me resultan hirientes estas afirmaciones de parte de quien ideó, promovió y defendió la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado. El Sr. Sanguinetti fue además el principal opositor al plebiscito de 1989 que intentó contra viento y marea derogar aquella ley y que nos quedará en la memoria como un impulso increíble de una ciudadanía que se negaba a olvidar. Aún nos negamos. No sé si el Sr. Sanguinetti quiere vestir nuevos ropajes en tiempos políticos diferentes que lo traen otra vez a la contienda interna de su partido. Quienes tenemos más de 40 años recordamos muy bien cómo fueron sus gobiernos.

Las campañas electorales siempre han subido los decibeles de la discusión, sólo que antes, cuando se daba cara a cara, parecía más llana y directa. Hoy, en la maraña de noticias, inventos o “bulos” que circulan por la inmensidad del ciber espacio, cada ciudadana y cada ciudadano deberá elegir a quién vota con escasos argumentos en materia de ideas. Quienes lideran esas campañas deberían pensar un poco más cada vez que emiten opiniones tan contundentes como falsas. Por su parte, quienes escuchan, leen y votan, deberían tener la iniciativa de interesarse. Hay que preocuparse y ocuparse un poco más. Participar desde el lugar que cada uno elija. Ser críticos espectadores o comprometidos militantes. Eso sí hará muy bien a la democracia.

1 Programa Arriba Gente en canal 10.

2 Noticia que releva La Diaria 15/03/2019 en actividad pública del día anterior.

Ana Gabriela Fernández


Con las consecuencias a la vista

Verde no siempre es sinónimo de naturaleza sana. Lo supimos muy bien este verano con las cianobacterias y lo que nos molestaron a quienes queríamos darnos un baño en la playa, desde Colonia a Punta del Este y más allá llegando hasta Rocha en ocasiones. Vamos a entendernos: por los años setenta y ochenta, recuerdo algunos días que en Kiyú había “alguitas verdes” como les llamábamos. No nos dejaban bañarnos; aunque a veces, si era poco y nos bañábamos, nos quedaba todo el traje de baño sucio en costuras y forros internos. El tema es que esta situación lejos de limitarse o retroceder, ha ido en aumento; sigue creciendo. Este año llegó hasta nuestro principal balneario, llegó a Rocha, de forma que afectó por muchos días y semanas de sus vacaciones, a muchas personas

Según artículo de Brecha que consulta a personas expertas: “La descarga de aguas residuales con fitoplancton puede favorecer el desarrollo de cianobacterias en el principal río de suministro de agua potable en Uruguay”. Por principal río de suministro se refiere al río Santa Lucía y la nota discurre sobre los vertidos de la planta de Conaprole ubicada en San Ramón.

¿Qué quiere decir esto? Que los residuos de la planta vertidos a afluentes del río Santa Lucía generan un medio que propicia el crecimiento de cianobacterias. Sin estudiar el tema en profundidad, rápidamente apunto que no solamente hay problemas en esta planta de Conaprole, tampoco el tema se presenta sólo en esta industria, ni sólo en la industria

Por ejemplo, preguntemos a nuestro lector: ¿Cuántas industrias pequeñas, medianas o grandes conoce que vierten residuos a cañadas o ríos por donde usted pasa? Hay malos olores, hay colores que le llaman la atención… Como usted conoce la zona sabe que algo la está afectando. La gente vinculada al campo tiene muy claro cómo vienen cambiando estas cuestiones, qué cañada va a cada río; de ahí, como la bola de nieve de la contaminación va en aumento. Y los mismos productores, en muchos casos, aportan mucho a la degradación ambiental para beneficio de la ‘rentabilidad’.

Aunque no pretendo ser exhaustiva, las consecuencias de estas acciones las ordenaría en tres ámbitos: la producción, la salud y el turismo.

Las formas de producción y los escasos controles a los que están sometidas tanto la producción agropecuaria como las industrias tienen consecuencias a su vez en la producción que viene después. Algo así como un círculo vicioso. Si el agua contaminada la utilizo a su vez para otras formas de producción, estoy contaminando lo que quiero producir.

Las consecuencias en la salud son evidentes de inmediato. De muchos de esos cursos de agua, en especial en la cuenca del Santa Lucía, se saca el agua para potabilizar que llega a los hogares. ¿Cuántas sustancias tienen que agregarse al agua para que sea potable? ¿Cuánta del agua que tomamos en realidad no cumple los estándares necesarios y presenta toxinas nocivas para nuestra salud?

“El problema con las toxinas es que no arden, no tienen feo gusto, pasan desapercibidas. Es decir, te hace mal y no lo percibís. O podés estar toda tu vida tomando esa agua y tener un problema de cáncer de hígado a largo plazo”.

Si los servicios turísticos en Uruguay, con una fuerte impronta de verano y playa, ya no pueden ofrecer paz, naturaleza y playas vírgenes porque no están aptas para baños, el slogan de Uruguay Natural lo dejamos por el camino.

Mírese por donde se lo mire, esto es más grave que no poder refrescarse un día en el agua cuando vamos a la playa. Tampoco es un tema político partidario ni estrictamente local o nacional. Pero hay que comenzar por algún lado. Hacer cumplir la legislación que tenemos, en el ámbito nacional y departamental. Mejorarla, también en los diferentes niveles y generar los controles necesarios. Tomar otras medidas cuando las empresas eligen, por una lógica económica, pagar multas que nada solucionan y seguir contaminando. Seguir promoviendo el conocimiento científico que investigue más, sin poner palos en la rueda por intereses privados. Y la conciencia colectiva que así nos envenenamos rápido.

Ana Gabriela Fernández – Edila por Casa Grande San José


Ana Gabriela Fernández sobre la Ley de Género: ahora hay que velar por que se cumpla


Ana Gabriela Fernández, edila de San José por Casa Grande, fue entrevistada sobre la aprobación de la ley integral de violencia basada en género. Comentó que “la ley muestra que las soluciones no van en una sola dirección sino que hay que tomar muchas medidas. Lo más importante de la ley es la visión que es un problema complejo y tiene que tener soluciones complejas. Esto no es sencillo. Se ha avanzado mucho pero queda muchísimo por hacer.” 

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Diversas pero no dispersas


Entre el jueves 23 y el sábado 25 de noviembre nos reunimos en Montevideo más de 2300 mujeres de toda América en el 14 Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe (14 EFLAC). Experiencia maravillosa donde todas pudimos dar nuestros puntos de vista sobre los más variados temas que tienen que ver con nuestra vida cotidiana, la sociedad, o con los diferentes espacios de trabajo o participación en donde nos encontramos. La riqueza de las diferencias y la diversidad. +


Verde que te quiero verde


Volvamos sobre los espacios verdes de la ciudad de San José y del resto del departamento. Es necesario repensarlo. +


Peor la enmienda que el soneto

José Luis Falero realiza una mala gestión de la Intendencia de San José desde nuestro punto de vista. Fue malo su primer período y el segundo se encamina de manera similar. Y no me refiero sólo, ni siquiera de forma preponderante, al déficit crónico que instaló y mantuvo de las finanzas locales. Es importante, pero es más relevante el que muestran las obras, planes y proyectos.

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Antes de la próxima creciente


Las lluvias de hace algunos días hicieron que el río volviera a crecer. No fue la crecida del año anterior, pero igualmente tuvo como consecuencia un número importante de familias evacuadas. En la ciudad de San José se informó de 104 personas; de Ciudad del Plata no se manejaron datos; una vez más… Tampoco sabemos cuántos se auto evacuaron. Sobrevuela el fantasma de las grandes inundaciones del año pasado y mucha gente mira el río con preocupación. +