La política y el espanto



El miércoles 8 de febrero comenzaron los trabajos de la Comisión de Programa del Frente Amplio. Entre el miércoles 8 y el jueves 16 de febrero, los grupos y bases que la integran mandaron sus priorizaciones presupuestales para la próxima Rendición de Cuentas. El viernes 15 se presentó el documento a la Mesa Política para su consideración. Pocas horas después el documento fue “filtrado”, o más bienentregado no precisamente a los medios de izquierda de este país, sino al diario El País, un órgano de prensa colocado en las antípodas políticas e ideológicas del Frente Amplio y del gobierno.

La pregunta, ¿por qué? merece una reflexión detallada. No será la primera ni la última vez que esto pase, y a partir de ahora los documentos de la Comisión de Programa pasarán a ser públicos en la página web del Frente Amplio para evitar que nadie se “apropie” de lo que es un trabajo común, y para evitar que la prensa de derecha “lucre” con las noticias de la izquierda.

Para empezar, hagamos oficiales los documentos a través de los instrumentos de difusión (página web por ejemplo) de nuestro propio partido. Dejemos así que cualquiera pueda enterarse y hacerse su propia opinión sobre el tema, antes de que llegue digerida por interpretaciones que siempre estarán reñidas con la perspectiva de la izquierda.En segundo lugar, el FA debería priorizar, en tanto partido que está en el gobierno, a los canales “oficiales”: el Canal 5, Radio Uruguay. En tercer lugar, cualquier persona de izquierda va a preferir siempre que la información se transmita un medio de izquierda y no uno vinculado claramente a la oposición, donde el sesgo descalificador  va a ser la nota. Como pasó con la Comisión de Programa.

El deseo de no espantar      

La “entrega” del documento fue hecha con el deliberado propósito de que la prensa opositora armara una tormenta en un vaso de agua a propósito de los nuevos aumentos de impuestos que propondría el FA. El documento no trataba de eso: sólo en un apartado final se mencionaban las iniciativas tendientes a buscar recursos que aseguraran las metas propuestas. Pero esto fue casi lo único que recogió esa prensa. 

Los titulares han procurado el escándalo y han traicionado la verdad de todas las formas posibles. Se faltó a la verdad, induciendo interpretaciones equívocas del documento. Y quien “entregó” el documento a la prensa de la oposición, no sólo traicionó el espíritu del trabajo colectivo de su partido, sino que cometió un acto de “delación” con propósitos incomprensibles para cualquier persona que revista mínimamente en las filas del Frente Amplio. A menos que pretenda implosionar al Frente Amplio desde dentro por la imposibilidad de derrotarlo desde fuera.

Cuando los titulares construyen política: ¿y el Código de Ética Periodística?

En primer lugar, el documento contiene casi 70 iniciativas positivas de priorización del gasto. Estas incluyen la protección del gasto en educación, la priorización de la atención a la primera infancia y a las discapacidades severas, la profesionalización docente, el impulso a la Universidad de la Educación y la proyección de un 1% del producto destinado a Innovación e Investigación. El titular podría haber sido: “FA priorizará la educación en su Rendición de Cuentas, especialmente la educación media”.         

El documento también habla sobre la necesidad de que la complementación público-privada en la salud no se haga a costa de lo público, habla de la necesidad de equiparar las cápitas en el sector público y privado, de la importancia de asignar fondos al Hospital de Clínicas para su reestructura y de la priorización de la salud mental como objetivo sanitario a partir de la aprobación de la ley.

El documento enfatiza en la vivienda, declara de interés de que destinemos recursos y planes a ese sector de población que no es alcanzado por los planes de atención a la emergencia habitacional ni accede al crédito al que acceden los sectores medios de mayor nivel adquisitivo.  Los titulares podrían haber sido: “FA priorizará los sectores medios con dificultades de vivienda en su presupuesto”.

El documento recoge la prioridad presupuestal asignada a la reforma del sistema de justicia, al combate a la violencia de género y a la implementación total de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

El documento habla de muchas cosas que serían compartidas por muchas personas con sentido común, dentro y fuera del Frente Amplio. Habla de una agenda positiva. Y habla de un esfuerzo colectivo que personas con distintas orientaciones y preferencias hacen pensando en los problemas que mayormente nos afectan y a los que debemos priorizar en un contexto de recursos escasos.

Pero los titulares están destinados a espantar, básicamente. Y se centraron en el apartado final  “Elementos para la sostenibilidad de las prioridades presupuestales presentados por algunos grupos”. Es claro que no era la “posición del FA”: pero algunos medios consignaron que era “la posición del FA”.

De estos elementos, hay algunos comunes al conjunto de grupos que decidieron presentar estas iniciativas (como la Reforma de la Caja Militar), y otros específicos (como la no devolución del FONASA, que fue firmada por un conjunto de grupos aún más reducido). El primer titular que salió fue “El FA pide gravar más a las transacciones financieras”. No, no es verdad. No es “El FA”.

El titular de Subrayado empeora aún más la perspectiva engañosa: “Comisión de Programa del FA va por más impuestos y retener FONASA”. Y por supuesto, la oposición agrava aún más las cosas al decir que la no devolución del FONASA “es un robo”, con lo cual induce a la opinión pública a creer que cuando un Estado cobra impuestos, roba. Es la alteración de la verdad más destacada de toda esta novela de fin de semana. Pero el objetivo es claro: desacreditar al FA primero, a la Comisión de Programa después, y lo que es peor aún, estimular el celo y la sospecha recíproca entre los frenteamplistas. Porque entre personas que no confían unas en las otras es difícil construir política.

El Código de Ética Periodista consiga en los literales 10, 12 y 20 que “Los periodistas no deben difundir material falso, engañoso o deformado” (literal 10), “los periodistas deben intentar por todos los medios que el público conozca el origen de la información” (12) y “Se recomienda evitar coberturas que impacten de manera emotiva al público por sobredimensionamiento de algunos factores” (20). Esta Presidenta de la Comisión de Programa del FA conmina a los periodistas encargados de estos falsos titulares que hagan las aclaraciones del caso. Y adelanta que no tendrán que buscar “delatores” en el FA ya que a partir de ahora todos los documentos podrán encontrarlos en la misma página web del FA.

La verdad secuestrada

La Comisión de Programa auspició la presentación de iniciativas presupuestales a todo el FA. Aún se está en la etapa de formulación, y no hay consenso ni unanimidades sobre las propuestas, salvo que el gasto público social es lo que hay que priorizar.  No hay una “posición FA”, sino muchas posiciones de grupos, bases y sectores.

El Presidente Tabaré Vázquez encomendó al Parlamento a designar los integrantes de una Comisión que, con la participación del equipo de Presidencia y del equipo económico, estudie los temas tributarios y de exoneraciones. Un grupo de sectores y bases decidió incorporar al documento de Programa esta discusión. Otros grupos discreparon con que la Comisión de Programa se encargara de esto. Esta es toda la discusión.

Pero eso no quiere decir que el FA se niegue a reformular aspectos de la política tributaria, porque esto lo hace permanentemente. Y acá no hay malos ni buenos, radicales y moderados. Porque es el mismo equipo económico –dirigido por los “no radicales” del FA- el que implementó cambios tributarios en la última rendición de cuentas (el aumento de las alícuotas del IRPF) y del IASS y el que presentó el impuesto a las altas jubilaciones militares.

En cuanto a las exclamaciones alarmadas de la oposición, recordémosle que fue un Intendente del Partido Nacional el que aplicó un “impuestazo” a la contribución inmobiliaria en Maldonado, y también un Intendente del Partido Nacional el que creó un impuesto para el alumbrado público que concitó la juntada de firmas de casi un 30% del padrón electoral de Colonia. La oposición no tiene autoridad moral para protestar contra ningún impuesto, porque su política tributaria en el pasado fue fallida, se aplicó sólo a las clases medias y a los trabajadores, y fue profundamente regresiva.

Tanto la entrega del documento de Programa como los titulares consignados son una triste noticia para el funcionamiento de la democracia y para la salud del Frente Amplio. Pero estos son los hechos. Consignarlos con justeza y sin equívocos es hoy casi una tarea revolucionaria. Dividir al FA, sembrar la discordia y la desconfianza entre los compañeros, enardecer a la ciudadanía a través de titulares engañosos, inducir un debate sobre cosas que no existen en vez de hablar de lo que importa, es el modus operandi de un puñadito (esta vez sí, “puñadito”), de quienes se oponen siempre a la pública felicidad.

Constanza Moreira

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