Constanza sobre Rendición de Cuentas: “El Estado no es una empresa”



El 18 de setiembre el senado aprobó la Rendición de Cuentas con los votos del Frente Amplio. En su intervención, Constanza destacó la entereza del sistema político uruguayo en medio del derrumbe del sistema político brasileño o del cambio radical del argentino y resaltó el crecimiento de la economía uruguaya en este escenario y la recuperación de la confianza del consumidor, a lo que se agrega la recuperación de la fiscalidad del Estado. Recordó que Uruguay es el país más igualitario de América Latina como resultado de tres elementos que están en discusión hoy: gasto en educación, en salud y en seguridad social. “Cada vez que se habla del gasto público da la impresión de que se trata de algo abstracto, pero en realidad buena parte del déficit corresponde a los salarios de los maestros, de los profesores, de las enfermeras y de los médicos. Eso es el gasto público”, agregó Moreira.

“¿Y la rentabilidad social?”

La senadora explicó que lo que le permitió a la economía uruguaya desacoplarse de la región está basado en tres factores que han dado lugar a las mayores discusiones políticas en este ámbito: el gasto público social, las políticas laborales y  las empresas públicas.

Agregó que “hay algo que la oposición no ha aprendido y es el concepto de rentabilidad social. Acá todo el mundo habla de la rentabilidad económica, ¿y la rentabilidad social? Yo necesito poder invertir en cosas que no tienen rentabilidad económica positiva pero tienen rentabilidad social. Si tengo que llevar transporte a Tambores, seguramente será deficitario, pero ¿qué pasa con los habitantes de esa localidad? El Estado no es una empresa.” Y sobre los emprendimientos-país señaló que “no es una alternativa para nosotros cerrar o vender porque eso es pensar al Estado como un empresario.”

Enfatizó que “empresas públicas, gasto público social y política laboral son los principales factores que hacen al desarrollo uruguayo desde el principio de los tiempos. (…) Cuando Uruguay privatizó, flexibilizó el mercado de trabajo y redujo el gasto público social y casi quiebra, ¿no es así? Ese fue el experimento de los años noventa que terminó en la crisis de 2002.”

“No se puede tener un Estado mínimo y una sociedad igualitaria”

Sobre el tema impositivo manifestó que “sin impuestos no hay gasto público social, no hay formalización del empleo, no aumenta el ingreso de los hogares y no se reduce la desigualdad.” Y agregó que “el costo del Estado beneficia abajo y presiona arriba. Entonces, quienes se quejan del costo del Estado por la presión tributaria están siendo bastante poco solidarios con aquellos que sí se benefician con el costo del Estado, que son los de abajo. Así que pido un poco de solidaridad en todos quienes dicen que creen en la justicia social y que sienten que representan los intereses de los más pobres en la política.”

Finalizó su exposición agregando que “no se puede tener un Estado mínimo y una sociedad igualitaria, al menos no en el capitalismo; y menos aún en el capitalismo del siglo XXI. Necesitamos consolidar un Estado de bienestar para amortiguar la infinita desigualdad que este régimen produce. Y eso es lo que tratamos de construir con el gasto público social. Conseguimos hacerlo mejor en algunas áreas y peor en otras, pero el gasto público es eso: el Estado de bienestar que amortigua las enormes desigualdades que produce el capitalismo globalizado financiero del siglo XXI.”

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