La fiesta del 8 de marzo


Al igual que el año pasado, el Uruguay y especialmente Montevideo, vivió una gran fiesta el día internacional de la mujer. Fue una extraordinaria manifestación de poder. Como decíamos el año pasado, fueron las abuelas, las madres, las hijas, las nietas. Pero este 8 de marzo fue especialmente un acto masivo de la juventud. Las jóvenes generaciones predominaban nítidamente en la marcha y le dieron el tono de fiesta. Su alegría, sus cantos, sus tambores, sus saltos fueron algunos de los diferentes mecanismos utilizados para estos festejos. La elevada presencia de la juventud marca la enorme potencialidad de este movimiento para seguir influyendo en la vida social y política del país. Múltiples son sus consignas de igualdad en diversos aspectos de la vida nacional, pero en la actualidad los numerosos casos de femicidio, son una de las grandes banderas que generan tan elevada movilización. Como decíamos el año pasado, podrían ser 100.000, 200.000 o 300.000, pero sin duda fue un acto extraordinariamente exitoso.

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Venezuela, la región y el mundo: ¡Es la geopolítica, estúpido!


Venezuela está otra vez en el ojo de la tormenta. Con ello, otro sinfín de exhortaciones, condenas y actitudes injerencistas se entrelazan con el desgastado debate democracia-dictadura. Esta polémica logró convertirse en el relato hegemónico de la crisis política y económica del país caribeño. Reforzado, además, por una cobertura mediática desmedida, que logró trasladar de una punta a otra del planeta un mensaje demonizado sobre la situación del país.

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Declaración de Casa Grande por el Día Internacional de la Mujer


La Asamblea Departamental de Casa Grande de Montevideo, reunida el 7 de marzo de 2018, convoca a participar de la movilización del 8 de Marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer. Se concentrará en la sede departamental (Quijano 1265) a las 17.30 horas, para partir hacia Plaza Libertad.

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A mis compañeros y compañeras: #NadaSinNosotras


Estamos otra vez en marzo y otra vez respondo miles de preguntas y recibo muchos cuestionamientos sobre las reivindicaciones de las mujeres. Algunos de los comentarios con el fin de construir, otros que no. +


El tipo de cambio


La política cambiaria ha tenido mucha influencia en la historia económica del Uruguay de los últimos 60 años. En la etapa de industrialización había tipos de cambio múltiples. Con la reforma cambiaria de 1959 se transformó en tipo de cambio único, que se mantiene vigente hasta la actualidad. En la evolución del tipo de cambio influye el desempeño del valor del dólar en el mercado financiero internacional, las cotizaciones en los mercados financieros de Argentina y Brasil, entrada de capitales financieros especulativos, las expectativas internas, algunos acontecimientos económicos que pueden influir sobre su valor y especialmente la presencia de las autoridades monetarias, a través del Banco Central del Uruguay, comprando y vendiendo dólares.

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Avances y oportunidades en el plan de ordenamiento territorial rural de Canelones

En diciembre, la Intendencia de Canelones puso a consideración de la ciudadanía una propuesta preliminar para el ordenamiento territorial del área rural de ese departamento. Este instrumento de política pública se enmarca en las potestades que les da a los gobiernos departamentales la Ley 18.308, de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sustentable. La propuesta implica llevar a la práctica principios muy caros para la izquierda en lo que refiere a la gestión del territorio y la necesaria regulación de los usos asociados a la propiedad privada en beneficio de los intereses de todos. Es importante destacar que entre los objetivos del instrumento se propone priorizar a los productores familiares y proteger los recursos naturales, con especial énfasis en el cuidado de los cursos de agua.

Los conflictos socioambientales derivados de los distintos usos del territorio han suscitado la atención de la ciudadanía en los últimos años, especialmente en el departamento de Canelones, donde la densidad de la población rural es la más alta del país y que abarca parte de la cuenca del río Santa Lucía, fuente de agua potable para dos tercios de la población nacional. La instrumentación de este Plan de Ordenamiento Territorial (POT) tiene como propósito mayor manejar estos conflictos desde la intervención mediadora del Estado.

La propuesta contiene importantes avances vinculados a la protección de los cursos de agua y, como consecuencia de ello, potenciales efectos positivos en la calidad de agua de estos. El POT declara suelo rural natural una faja de 40 metros en los márgenes de los arroyos y de diez metros en los márgenes de las cañadas, y la establece asimismo en 100 metros para el río Santa Lucía. Cabe destacar que en estas áreas queda absolutamente prohibido el laboreo del suelo y la aplicación de agroquímicos. En relación con este punto, y con espíritu de aportar a la mejora del instrumento, entendemos oportuno hacer una propuesta técnico-política que permita cumplir con eficacia el objetivo de proteger el agua establecido en el plan.

La franja de 100 metros a los márgenes del río Santa Lucía resulta insuficiente para evitar los aportes de nutrientes causados por la actividad agrícola, debido a que en las crecientes que causan fenómenos de inundación, el área inundada llega a tener hasta tres kilómetros y medio de ancho en algunas zonas. Durante esas crecientes toda esa área se transforma de hecho en el lecho del río, y arrastra hacia el embalse de Paso Severino muchos más nutrientes en aquellas zonas que se encuentran laboreadas o sin vegetación por la aplicación de herbicidas. Estas planicies inundables se encuentran a los márgenes del río desde Fray Marcos hasta Aguas Corrientes, y tienen su máxima expresión a la altura de San Ramón. Si bien no están delimitadas las líneas de máxima inundación, las áreas inundables pueden asociarse al grupo Coneat 03.41, que sí está detalladamente cartografiado y puede cargarse en los sistemas de información geográfica para efectivizar el control administrativo de la medida.

Es también un avance para la protección de la salud de los pobladores rurales que se establezca un radio de 40 metros desde las viviendas en el que se prohíbe la aplicación de agroquímicos. Sin embargo, la normativa del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca prevé una zona de exclusión de 300 metros para pobladores urbanos y escuelas rurales, dejando sin protección a los pobladores rurales. Al mismo tiempo, existe un proyecto de ley a estudio en el Parlamento, que propone una distancia de 500 metros de protección para las escuelas y viviendas rurales. Por estas razones proponemos que se protejan las viviendas rurales de la deriva de agroquímicos con los mismos 300 metros que se estipula para las escuelas y centros urbanos.

Otro de los conflictos ambientales que enfrentó a productores de cereales y oleaginosos con productores hortícolas en Canelones se relaciona con el uso de herbicidas en grandes extensiones para cultivos agrícolas. Los herbicidas utilizados llegan por escurrimiento a las cañadas que los horticultores usan como fuente de riego y perjudican la producción, hasta el extremo de eliminar los cultivos hortícolas por completo en los predios afectados y por un período de hasta un año. La mayoría de los productores hortícolas son productores familiares, mientras que muchos de los que producen cereales y oleaginosos no lo son. En nuestra opinión, ninguna de las medidas de ordenamiento propuestas evita el riesgo de grave daño a los productores familiares hortícolas y a la vida contenida en los cursos de agua. Una medida que reduciría el daño es exigir a quienes apliquen herbicidas en extensiones mayores a tres hectáreas que mantengan franjas buffer sobre todos los desagües naturales del terreno, de un ancho suficiente como para retener 80% de los contaminantes disueltos. El ancho de estas franjas varía con la pendiente, el largo de la ladera y el tipo de suelo, por lo que deben calcularse predio a predio.

En síntesis, creemos que el plan de ordenamiento territorial rural es un avance importante para la protección del ambiente y la salud de los pobladores rurales. Desde el Círculo Verde de Casa Grande proponemos tres medidas para mejorarlo:

(1). Declarar suelo rural natural a la superficie total y conocida de las planicies inundables del río Santa Lucía.

(2). Establecer para las viviendas rurales una franja de al menos 300 metros de exclusión para la aplicación de agroquímicos y fortalecer los mecanismos de fiscalización de los procedimientos.

(3). Exigir franjas buffer con un ancho suficiente para la retención de una proporción mayoritaria de los herbicidas que escurren luego de su aplicación en cultivos extensivos.

Juan Pablo Perrachón – Círculo Verde
Publicado en La Diaria el 1/3/18

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Diez razones para cambiar la política de seguridad


La inseguridad es un concepto popular y se vincula con la ocurrencia de actos violentos y delitos, sobre todo en el espacio público. Enunciar la inseguridad es hurgar en sentimientos primarios –miedo, dolor, rabia, indignación– para convertirlos en combustible inagotable de maquinarias corporativas y comerciales. La inseguridad es una construcción que simplifica una realidad y que se asocia mecánicamente a un repertorio de soluciones: Policía, Justicia y cárceles.

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La insostenible levedad del “ser hombre”


Hace unos años buscaba en la feria de Tristán Narvaja un libro infantil escrito por un uruguayo o una uruguaya para llevar a mis primos de 8 y 11 años que viven en Brasil. Fue cuando agarré el libro “El vestido de mamá” (2011) de Dani Umpi con ilustraciones de Rodrigo Moraes que cuenta una sucesión de situaciones que pasan a un niño fascinado por el vestido de su madre. Él lo viste, juega con la pieza y enfrenta el rechazo social que se genera.

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OEA: Mirando con un solo ojo


Compartimos entrevista realizada a la senadora Constanza Moreira en Radio Carve el 26 de febrero sobre la postura de Casa Grande en relación a la intervención de la OEA en Venezuela.

 

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Nada sin nosotras


El 8 de marzo del año pasado, las mujeres del mundo tomamos las calles y le dimos un gran susto al patriarcado. En medio de paros y manifestaciones pacíficas, nosotras, las mujeres, nos reconocimos en una misma lucha; ahí estábamos las veteranas y las más jóvenes; las que percibimos salario y las que no; las que cuidamos, porque las mujeres siempre cuidamos; las que son madres y las que no lo somos; las que profesan alguna religión y las que no lo hacemos; las que militamos en movimientos sociales, en sindicatos, en partidos políticos, en comisiones de fomento y las que no; un abanico de mujeres tan diferentes como iguales en sus reivindicaciones: en el día de la mujer, el reconocimiento de nuestros derechos, a la vida en primer lugar –en un mundo donde el porcentaje de femicidios crece ferozmente-, y a la igualdad de género, ni más ni menos, igualdad como respuesta a un mundo donde el poder reside en hombres que reproducen relaciones de desigualdad.

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