Ante la actuación de los principales mandos en los Tribunales de Honor

Casa Grande, ante la gravísima actuación de los principales mandos del ejército nacional en los Tribunales de Honor, declara:

Según la nota de prensa titulada: “Gavazzo admitió que arrojó el cuerpo de Roberto Gomensoro al Río Negro”, y publicada en el diario El Observador, el 30 de marzo de 2019, el periodista Leonardo Haberkorn, a partir de las actas del Tribunal de Honor que el ejército realizó a los represores José Gavazzo y Jorge Silveira, afirma que Gavazzo reconoció haber lanzado el cuerpo de Roberto Gomensoro al Río Negro en el año 1973. A su vez, afirmaciones de Silveira asignan a Gavazzo la responsabilidad en la muerte de Gomensoro y en la desaparición de María Claudia García de Gelman y de Eduardo Pérez Silveira.

Sin embargo, los generales José González (actual Comandante en Jefe del Ejército), Alfredo Erramún (Jefe del Estado Mayor de la Defensa – ESMADE), Gustavo Fajardo (Comandante de la División IV del Ejército), Claudio Romano (Director General del Instituto Militar de Estudios Superiores – IMES), Alejandro Salaberry (Director de la Dirección Nacional de Sanidad de las Fuerzas Armadas) y Carlos Sequeira (Comandante de la División I del Ejército, Montevideo), entendieron que dichos hechos no afectan el honor del ejército.

El solo hecho de que el Tribunal de Honor haya firmado un fallo con semejantes características, con el correspondiente desconocimiento de la labor de tres diferentes instancias del Poder Judicial, es una situación gravísima. Ahora bien, a esto se agrega que dicho tribunal militar contó, además, con declaraciones donde los represores se inculpan. Esto implica dos elementos adicionales: la complicidad de los seis generales involucrados con el terrorismo de Estado y que estos hayan mentido de forma flagrante al Ministro de Defensa Nacional y al Presidente de la República.

Estos generales ocupan hoy los máximos mandos del ejército, incluso, dos de ellos tienen responsabilidades al máximo nivel de las Fuerzas Armadas (FFAA), lo que pone en riesgo el compromiso democrático de las tres armas.
Esta situación exige un pase a retiro inmediato de quienes formaron parte de los mencionados tribunales de honor. Una actuación urgente de la Unidad especializada en Derechos Humanos de la Fiscalía General de la Nación. Una aprobación urgente de una nueva Ley Orgánica Militar que pueda seguir avanzando en la democratización de las FFAA. Una transformación de las FFAA que se proponga su total democratización y apego a la constitución.

Casa Grande ante la gravísima actuación de los principales mandos del ejército en los Tribunales de Honor

Según la nota publicada en El Observador el día 30 de marzo del 2019, titulada “Gavazzo admitió que arrojó el cuerpo de Roberto Gomensoro al Río Negro”, el periodista Leonardo Haberkon, a partir de las actas del Tribunal de Honor que el ejército realizó a los represores Gavazzo y Silveira, afirma que Gavazzo se inculpó en la detención, tortura, muerte y desaparición en 1973 de Roberto Gomensoro; mientras que las afirmaciones de Silveira le asignan a su vez la responsabilidad a Gavazzo en la desaparición de María Claudia García de Gelman, y Eduardo Pérez Silveira.
Sin embargo, los generales José González (Comandante en Jefe del Ejército), Alfredo Erraum (Jefe del Estado Mayor de la Defensa -ESMADE), Gustado Fajardo (Comandante de la División IV del Ejército), Claudio Romano (Director General del Instituto Militar de Estudios Superiores –IMES), Alejandro Salaberry (Director de la Dirección Nacional de Sanidad de las FFAA), y Carlos Sequeira (Comandante de la División I del Ejército -Montevideo), entendieron que dichos hechos no afectaban el honor del ejército.

Sólo el hecho de que los tribunales de honor hayan firmado un fallo con semejantes características, desconociendo la labor de tres diferentes instancias del Poder Judicial, había sido un hecho gravísimo. Ahora se agrega que los tribunales de honor contaron además con las declaraciones donde los represores se inculpan. Esto implica dos elementos adicionales, la complicidad de los seis generales involucrados con el Terrorismo de Estado; y que los mismos hayan mentido de forma flagrante al Ministro de Defensa y al Presidente de la República.

Estos generales ocupan hoy los máximos mandos del ejército, incluso dos de ellos tienen responsabilidades al máximo nivel de las Fuerzas Armadas, poniendo en riesgo el compromiso democrático de las tres armas.
Esto exige un pase a retiro inmediato a quienes formaron parte de dichos tribunales de honor. Una actuación urgente de la Unidad especializada en Derechos Humanos de la Fiscalía. Una aprobación urgente de una nueva Ley Orgánica Militar que pueda seguir avanzando en la democratización de las FFAA. Una transformación de las FFAA que se proponga su total democratización y apego a la Constitución.


Declaración por Ley Trans

Ante la campaña por la derogación de la Ley Integral para personas trans, Casa Grande, definido como grupo político feminista, diverso, ecológico y comprometido con las luchas sociales y los derechos humanos, se reafirma en la defensa de la ley 19.684 -Ley Integral para Personas Trans- en pos de los derechos conquistados y reconocidos legislativamente.

Esta ley estuvo más de un año y medio en discusión parlamentaria, tiempo durante el cual, las y los legisladores tuvieron oportunidad de informarse, formarse y entrevistarse tanto con actores de la sociedad civil como con profesionales especializados. La ley fue votada en ambas cámaras luego de una discusión extensa, pública, clara y sin mentiras. Por ello nos sentimos en la obligación de aclarar aquellos puntos que en base a mentiras asustan  a una porción de la sociedad uruguaya

  1. Quienes están pidiendo la derogación de la ley son personas públicas vinculadas a instituciones religiosas y a un partido político, pretendiendo obtener crédito electoral con esta acción y desconociendo -desde sus lugares de privilegio- la existencia de poblaciones altamente vulneradas. A su vez desconocen que para acceder a la igualdad establecida por el art. 8 de la Constitución de la República, estas poblaciones se deben contemplar en legislación específica como se ha hecho con las mujeres, las personas afrodescendientes, las personas con discapacidad.
  2. Se menciona en la argumentación que la “ideología de género impregna las políticas públicas” y puntualmente esta ley. Casa Grande sostiene que tal ideología no existe y defiende la necesidad de repensar los vínculos sociales desde la perspectiva de género, que tiene como objetivo lograr la igualdad entre personas diversas.
  3. La Ley Integral para Personas Trans N° 19.684, establece en su artículo 6º, que “toda persona podrá solicitar la adecuación de la mención registral de su nombre, cuando los mismos no coincidan con su identidad de género”, es decir, el cambio de nombre en el Registro de Estado Civil.

Establece también que en el caso de menores de dieciocho años el cambio puede realizarse siempre en conformidad con los padres o representantes legales, en consonancia con los artículos 8 y 11 bis del Código de la Niñez y la Adolescencia. Estos artículos tratan sobre el interés superior de niños, niñas y adolescentes y la autonomía progresiva que van teniendo a lo largo de su desarrollo para tomar decisiones, orientados o asistidos por sus padres o adultos referentes.

En ningún artículo la ley aprobada permite la reasignación de sexo por intervenciones médicas en niños, niñas o adolescentes.

4. En Uruguay, la expectativa de vida de las personas trans es de 45 años, a causa de los altos niveles de violencia a los que se ven expuestas y su baja calidad de vida. Los niveles de pobreza de esta población son alarmantes y no existe una inserción real en el sistema educativo ni laboral.

Esta Ley promueve el acceso al sistema educativo y al mercado laboral formal, intentando, en su ejercicio, devolver el derecho a una vida digna con prestaciones de muy bajo costo.

Casa Grande considera fundamental seguir avanzando en el reconocimiento de derechos para todas las personas y reafirma su compromiso en la defensa de una agenda que reconozca a los grupos más vulnerables e históricamente más invisibilizados. Las personas trans han sido sistemáticamente discriminadas, violentadas, abusadas y postergadas en todos los ámbitos de la vida social y política. Y por ello deben ser prioridad para este gobierno.


“Uruguay es la esperanza de América Latina”

Con una sencillez que cuesta imaginar en alguien que hace más de cinco décadas viene inspirando a generaciones enteras, Angela Davis visitó por primera vez Uruguay y dejó un aroma a revolución que se respira en clave de feminismo antirracista y anticapitalista.

Junto a la comision de equidad y género de la Junta de Montevideo tuve la gran oportunidad de acompañar en la recorrida que hizo el jueves por el circuito “identidad oculta” una iniciativa de la IM que pretende recuperar la memoria histórica y avanzar en la integración y participación de los afrodescendientes en la identidad ciudadana. A pesar de lo acotado del tiempo, hubo una parada obligada en las viviendas Ufama al Sur, complejo de unidades familiares que nació como la primera cooperativa por ayuda mutua de mujeres, en un espacio de la ciudad por demás simbólico ya que de estos barrios fue expulsada el colectivo afro durante la dictadura. Allí un grupo de mujeres esperaban entre ansiosas y nerviosas la llegada de Angela, que escuchó atentamente las historia de resiliencia en la voz de sus protagonistas, mujeres que pintan canas y que con orgullo narraron cómo en medio de sus trabajos, los cuidados de la familia y las mil adversidades, pudieron levantar las paredes de lo que fue el primer logro en materia de acciones afirmativas respecto al derecho a la vivienda de la población afrodescendiente sin exclusión y que hoy es el ejemplo a seguir por otras tantas familias que esperan poder acceder a su vivienda. En medio de esas históricas mujeres que le han puesto el cuerpo a la lucha por el reconocimiento de derechos a la comunidad afro, también hubo tiempo para recordar aquellos días en los que desde este rincón del mundo también se reclamaba por su liberación y que ella agradeció profundamente emocionada. Y en medio de ese clima, Angela fue despedida entre palmas y bailes improvisados como agasajo a una referente que enamoró con su presencia.

La siguiente parada fue en la Casa de la Cultura afrouruguaya, donde un salón repleto esperaba para escuchar la voz poderosa de esta mujer que en su juventud fue la más representativa pantera negra y que hoy recorre el mundo levantando la voz en defensa de los más vulnerables, de las poblaciones oprimidas por este sistema capitalista que tiende a derechizar a la sociedad y que reclama a gritos que un feminismo amplio, donde quepamos todos y todas sea capaz de cambiar el rumbo a una sociedad más justa.

Estos pocos días que Angela Davis visitó este rincón del mundo alcanzaron para que reconociera en Uruguay un país que es la esperanza de América Latina, que vivimos en un país que ha enriquecido su legislación reconociendo derechos y asegurando el ejercicio de los mismos. Que tenemos un largo camino a recorrer para que la justicia social deje de ser una meta a alcanzar para ser una realidad que nos alcance a todos y todas pero desde que el Frente Amplio es gobierno, estamos caminando con paso firme y seguro y más temprano que tarde, llegaremos.


La consulta

A través de este corto (Click aquí para verlo), la artista visual y activista Yolanda Domínguez nos presenta con la ironía como medio, algunas de las situaciones que las mujeres en todas partes del mundo vivimos todos los días sólo por el hecho de ser mujeres en un sistema patriarcal, donde los hombres ocupan casi en exclusividad los ámbitos de poder político, económico, social, religioso y militar, reafirmando constantemente su masculinidad y privilegios.

La discriminación que atraviesa a todas las mujeres, en especial a las mujeres pobres, a las mujeres afro, a las mujeres migrantes, a las mujeres trans, a las mujeres en situación de discapacidad, a las mujeres privadas de libertad, la brecha salarial, la exigencia a derribar los obstáculos que aún hoy se presentan con respecto a la interrupción voluntaria del embarazo, el acoso callejero, la explotación sexual de niñas y mujeres, el reclamo a ocupar espacios de decisión en el sistema político y sindical, el reconocimiento de los cuidados como trabajo no pago, el cese a la violencia que se ejerce sobre nuestros cuerpos y la denuncia a un sistema que la mayoría de las veces transforma a la víctima en culpable, son algunas de las reivindicaciones que se hicieron presentes en la jornada del pasado 8 de marzo en nuestro país.

Pero quienes paramos y marchamos al color violeta lo acompañamos con el pañuelo verde, símbolo de la lucha de nuestras hermanas argentinas por el aborto legal, gratuito y seguro y también reclamamos por una maternidad no obligatoria, en especial cuando se trata de niñas violadas obligadas a gestar, porque las niñas son niñas; no son madres.

Quienes paramos y marchamos también levantamos carteles con la foto de Marielle Franco porque quienes quisieron callarla, la convirtieron en un ejemplo a seguir en la lucha por los derechos de las mujeres negras y pobres.

Paramos y marchamos levantando la misma voz y sosteniendo los mismos carteles que las mujeres del mundo entero, porque las injusticias de este sistema nos atraviesan a todas y porque sabemos que juntas somos poderosas, como dice alguna de las tantas consignas que las generaciones más jóvenes han sabido difundir.

El 8 de marzo se ha transformado en una herramienta, en una acción, en una forma en que las mujeres podemos expresar nuestro paro de las actividades, roles y gestos que nos confirman en estereotipos arraigados en la sociedad.

El 8 de marzo, las mujeres lo vivimos desde lo personal y también desde lo colectivo como un proceso que inicia mucho antes del mismo día de la marcha e involucra el encuentro con otras mujeres, organización, charlas, discusiones a la interna de los sindicatos, reflexión colectiva en los medios de comunicación, en reuniones familiares, en grupos de amigos, en centros educativos y hasta talleres para elaborar juntas carteles que levantar con orgullo en medio de una marea de gente.

El 8 de marzo las mujeres nos encontramos en un espacio que para nosotras es seguro, por eso cantamos, bailamos, gritamos, nos abrazamos y hacemos partícipes a los más pequeños de la familia porque estamos convencidas que somos protagonistas de un cambio de paradigma y que la crianza en igualdad es el inicio de un nuevo sistema de valores donde las mujeres ya no seamos ciudadanas de segunda y los hombres no carguen sobre sus espaldas el peso de ser el “sexo fuerte”, proveedor y protector que tiene prohibido el mundo sensible.

El 8 de marzo las mujeres paramos y marchamos por todas las mujeres; por las que no pudieron parar y por las que ya no están; paramos y marchamos para defender los derechos conquistados y también por lo que aún queda pendiente; las mujeres paramos y marchamos porque otra sociedad es posible y nuestra lucha es el motor de los cambios.


#8M: Juntas somos más fuertes

Transcribimos invitación leída en la Junta Departamental de Paysandú por nuestra compañera Rosanna Cabillón, edila de Casa Grande para unirse al paro y marcha del #8M2019.

Está llegando el #8M2019. De paro, unión y lucha. Una vez más vamos a demostrar al mundo nuestra fuerza colectiva. En las calles, en las redes, en cada casa, en el trabajo, en todos lados. Volvamos a mostrar al mundo que somos IMPARABLES Y ESTAMOS JUNTAS. El 8M es nuestro, el tiempo es ahora.

Paramos por la construcción de un feminismo antirracista, antipatriarcal, anticapitalista, en contra de las violencias machistas, en contra del transodio. Paramos por las gurisas desaparecidas, víctimas de trata y explotación sexual. Por un feminismo transversal que integre todas las maneras de habitar la corporalidad.

El feminismo es un movimiento social que quiere la igualdad de género. Nuestra sociedad es tristemente patriarcal y precisamente por ello, la sororidad y la lucha feminista son mas fuerte y esperanzadoras que nunca.
La sororidad es un pacto social, ético y emocional construido entre mujeres. Es saber ante todo, que juntas somos más fuertes que por separado, que el empoderamiento solo es posible si creamos fuertes alianzas entre nosotras. La sororidad es una revolución que va de dentro hacia fuera. Primero tomando conciencia de lo que una es, de lo que merece y de lo que no está consiguiendo en una sociedad que lamentablemente, sigue siendo marcadamente patriarcal. Más tarde, esa conciencia debe impregnarse en cada mujer que nos encontramos en nuestro día a día, apoyándola, visualizándola y reparando la feminidad astillada con el objetivo de empoderarnos mutuamente.

El concepto va mucho más allá de ser amigas, hablamos de hermandad, de complicidad femenina, de un principio ético entre nosotras donde disponer de una mentalidad transformadora, así como de un compromiso social que no se limite sólo a alzar una pancarta de vez en cuando en una marcha. La sororidad nos permite recobrar nuestro poder como mujeres que se nutren a sí mismas y que nutren a las demás. Somos dadoras de empatía, receptoras de hermandad, de un vínculo donde juntas somos mejores que en soledad.

La educación feminista es vital en las niñas de hoy, dado que
serán las mujeres del mañana. Ahora que la cultura y la ideología han evolucionado, podemos ofrecer a nuestras hijas una formación y unos valores feministas que harán que la sociedad mejore y asuma la tan necesaria igualdad. Es necesario transmitirles valores que potencien su personalidad, su intelectualidad, que se sientan libres de crear y explorar, que las empoderen y le den confianza en sí misma para sentirse un ser completo sin depender de nadie más. Educar en el feminismo es empoderar las elecciones sobre el propio cuerpo.

No es casual la emergencia de un nuevo movimiento de mujeres después de muchas décadas en que el feminismo fue algo reducido a los libros, pero no se había visto un movimiento de mujeres en las calles. Nos quedan muchas discusiones que dar dentro de los feminismos.

Este es un momento histórico que estamos viviendo, que es producto de una rebelión feminista que se viene gestando desde hace tiempo: es el Ni una menos que dijo “si nuestro trabajo no vale, produzcan sin nosotras “; es la marea de pañuelos con las reinvindicaciones. Somos todas en las calles diciendo BASTA a una cultura devastadora de violencia machista.

El camino hacia la igualdad no tiene fin, pero será más fácil si lo recorremos juntas, codo a codo. Es por eso que debemos mantenernos más unidas que nunca y no olvidar a todas las mujeres asesinadas en manos de sus parejas o ex parejas.

No vamos a cansarnos de luchar hasta que cesen los femicidios y no haya ni una mujer menos por culpa de la violencia machista. El 8M marchamos y paramos, gritamos y exigimos: fin de los femicidios; frenar los abusos en las infancias; autonomía de nuestros cuerpos; no más desigualdad económica y cultural y libertad de nuestros deseos.

En Paysandú nos preparamos: se realizaron Asambleas formativas y recorrida por los barrios, se hicieron talleres buscando sensibilizar, informar y empoderarse, tratando temas de inclusión y diversidad. Romper con los estereotipos de género, visibilizar las desigualdades que afectan particularmente a las mujeres, romper con tabúes y brindar las herramientas para que las adolescentes puedan enfrentarse al mundo con un bagaje amplio de información.

Somos muchas para tomar las calles en Paysandú, en el País y el Mundo.
Que se escuche más que nunca: MARCHAMOS JUNTAS! VIVAS NOS QUEREMOS!


Ángela Davis

Compartimos las palabras de Fabiana Goyeneche en la declaración de visitante ilustre de Montevideo a Ángela Davis el viernes 22 de marzo en el Teatro Solís.

“La ciudad de Montevideo se viste de gala para declarar visitante ilustre a una mujer que no necesita presentación, pero de quien debemos destacar algunas de las tantas virtudes que hacen que hoy le otorguemos esta distinción. Montevideo es una ciudad que lleva muchos años combatiendo la desigualdad, y a la vez año a año devela nuevos aspectos que nos interpelan y nos llaman a multiplicar los esfuerzos en esa búsqueda.

Ángela nos ha enseñado durante su larga lucha que las sociedades para ser justas deben luchar contra todas las formas de opresión y nos rebeló que estos distintos sistemas se intersectan y potencian de forma que aún encontrándonos en un grupo de oprimidas podemos ser simultáneamente opresoras y que esta idea es el motor fundamental para alcanzar la igualdad.

Ayer con Ángela recorrimos Montevideo para que ella pudiera ver “la identidad oculta” de nuestra ciudad. Es un recorrido de Montevideo ligado a las personas afrouruguayas. Incluye Cubo del Sur, Las Bóvedas, plaza Isabelino Gradín, Mediomundo, Asociación Cultural Cuareim 1080, peatonal Curuguaty, Ufama al Sur, plaza Juan Ángel Silva, Casa de la Cultura Afrouruguaya y otros puntos. De cada sitio referenciado se destaca la vivencia africana y la contribución de afrodescendientes a su proyección histórica. Por eso para nosotros es tan relevante tener una mujer, negra, comunista, que fue presa política, luchadora, en este Teatro que es para nosotros una insignia. Insignia de cultura, de inclusión, donde circulan personas de todas las edades, clases, condiciones socioeconómicas y etnias.

No podemos ser un Montevideo Igualitario hasta no alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres, queremos una Montevideo libre de toda forma de opresión. Una Montevideo feminista, antirracista donde no haya explotadores ni explotadas. Queremos que las mujeres sean visibles. TODAS las mujeres. Las mujeres trabajadoras, las mujeres afrodescendientes, las pobres, las lesbianas, las trans, las profesionales, las artistas, las privadas de libertad, las rurales, las mayores… Queremos decirle a todas: mujer, nosotras sí te vemos.

Ángela nos enseñó que ningún proyecto de nación fue fundado sin tener como base una sociedad esclavista. Nuestro país tampoco. Donde hoy tenemos un maravilloso Parque Capurro, entre los siglos 18 y 19 funcionó el “Caserío de los negros”, que fue el lugar de depósito, venta y cementerio de unas 70.000 víctimas del comercio esclavista. En esa época, Montevideo era el principal puerto de entrada de esclavos al Cono Sur. Estamos transformando esa realidad, aunque nos falte mucho. No sólo trayendo esto a la memoria, de la mano de mujeres como la querida Mae Susana Andrade.

También Montevideo tiene el que fue el pimer mecanismo de equidad racial en nuestro país. Hoy es la Secretaría de Equidad Étnico Racial y Poblaciones Migrantes, y no puedo dejar de nombrar a 3 grandes mujeres que la han sostenido y le ponen el cuerpo sin cesar a impulsar su trabajo: Beatriz Santos, Mirta Silva y Elizabeth Suarez. Hoy tenemos entre nosotras a una mujer que con su presencia nos intima y compromete a redoblar esta lucha que es de todas y a pensar nuestra sociedad y nuestro Estado con una perspectiva descolonizadora. Querida Ángela, ayer en la Casa de la Cultura Afrourugaya te escuchamos decir que Uruguay es la esperanza de América Latina. Vaya qué compromiso nos dejas en la espalda. Pero recogemos el guante, porque nos inspirás, porque nos has demostrado que se puede, que vale la pena y por sobre todas las cosas, que no existe otra opción que seguir luchando.

Las mujeres estamos cambiando el mundo, hay una transformación en movimiento y es un movimiento imparable. Pero como vos nos has hecho ver, no todos los feminismos tienen la misma visión de la justicia. Vos nos has dicho que al día de hoy muchas mujeres sienten aún que el feminismo sigue siendo blanco y de clase media. Ese feminismo burgués, de techo de cristal. Hoy tu visita le dice a nuestra sociedad que se pregunte qué pasa con las mujeres preocupadas porque se hunde el suelo bajo sus pies. Que insista con el techo de cristal y la participación política, pero que se acuerde sobre todo que hay mujeres con el piso pegajoso que no las deja despegar, que además de oprimidas por su género lo son por su condición social y económica, y que las mujeres afro son las que se llevan la peor parte, en un país que todavía se da el lujo de decir por lo bajo que en Uruguay no hay racismo. Sí que lo hay y por eso tu llegada es una bocanada de aire.

Querida Ángela Davis, Montevideo te da la bienvenida, se honra con tu presencia, y decimos contigo que la transformación de la sociedad será feminista, y el feminismo será antirracista o no será. Por eso, en palabras de Guillén, decimos tu nombre Ángela, juntamos nuestras manos en acción de aplauso, mano y mano dura y bien fuerte, mano y mano para que sepan que también eres nuestra.”


Discursos y tensiones del año electoral

No deberíamos transformar el año de elecciones en uno para el olvido. Internas primero, nacionales y balotage después, pueden ser una oportunidad para el debate constructivo. Pero las tensiones aumentan aún en este moderado y pacato Uruguay. Las expresiones públicas de los líderes políticos -son bastante menos ‘las líderes’- suelen ser ataques hacia el bando contrario más que defensa de ideas y propuestas propias.

Al tradicional papel que juegan los medios masivos de comunicación, con tanta incidencia en la generación de opinión, se agrega el rol creciente y perturbador de las redes sociales donde cualquier persona puede volcar información -falsa o verdadera-, análisis y opiniones. Su publicación volverse eso a lo que se llama “trending topic”. Marcar tendencia, alcanzar una difusión masiva.

Cualquiera puede publicar una “foto trucada”, recopilar frases de años y contextos diferentes, “un meme” ingenioso, armar una noticia verdadera o falsa. La “vida paralela” que ocurre en las redes sociales transcurre de manera tal que si una noticia aparece allí adquiere vida propia. Lo que está en las redes sociales – la realidad virtual – se integra, es parte de la realidad. Algunas personas intentan buscar de donde viene la información, cuál es su validez, pero me atrevería a decir que son las menos. Entonces nos encontramos en las redes, con miles de cosas que no aportan a un debate en serio. Se genera confusión y no se sabe muy bien para dónde agarrar, tendemos a aferrarnos cada vez con más fuerza a alguna de las ideas que tenemos incorporadas. Perdemos capacidad de intercambio, de escuchar a los demás. El debate se polariza entre opuestos irreconciliables. Flaco favor para la democracia. El debate e intercambio de opiniones se vuelve cada vez más lejano.

En este terreno de incertidumbre y polarización, los líderes políticos deberían contribuir a mitigar esas tensiones. Pero nos asomamos a una campaña donde aparece todo lo contrario.

Por ejemplo, la semana pasada la senadora Verónica Alonso afirmó que “hay 2500 o más cargos de confianza”1 en el Estado. La Oficina Nacional de Servicio Civil en su informe 2017 dio a conocer que los cargos de confianza eran 734. Por otra parte – y a modo de ejemplo – en San José, donde el Partido Nacional se jacta de tener pocos cargos de confianza, en este período creó las subdirecciones aumentando significativamente el gasto en el presupuesto quinquenal.

Y vale la pena recordar que el Partido Nacional ha sido el principal oponente en el Parlamento para sancionar una ley que obligue al concurso para el ingreso también en las intendencias. Para entenderlo mejor: lo que es ley para entrar en cualquier Ministerio, ente público o dependencia del Estado a nivel nacional, no se cumple para las intendencias.

Otro ejemplo. Afirmó la semana pasada el ex-presidente y pre-candidato del Partido Colorado, Julio María Sanguinetti, en una tertulia en un bar de Montevideo que “la causa de los desaparecidos es una causa sagrada”2. Me resultan hirientes estas afirmaciones de parte de quien ideó, promovió y defendió la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado. El Sr. Sanguinetti fue además el principal opositor al plebiscito de 1989 que intentó contra viento y marea derogar aquella ley y que nos quedará en la memoria como un impulso increíble de una ciudadanía que se negaba a olvidar. Aún nos negamos. No sé si el Sr. Sanguinetti quiere vestir nuevos ropajes en tiempos políticos diferentes que lo traen otra vez a la contienda interna de su partido. Quienes tenemos más de 40 años recordamos muy bien cómo fueron sus gobiernos.

Las campañas electorales siempre han subido los decibeles de la discusión, sólo que antes, cuando se daba cara a cara, parecía más llana y directa. Hoy, en la maraña de noticias, inventos o “bulos” que circulan por la inmensidad del ciber espacio, cada ciudadana y cada ciudadano deberá elegir a quién vota con escasos argumentos en materia de ideas. Quienes lideran esas campañas deberían pensar un poco más cada vez que emiten opiniones tan contundentes como falsas. Por su parte, quienes escuchan, leen y votan, deberían tener la iniciativa de interesarse. Hay que preocuparse y ocuparse un poco más. Participar desde el lugar que cada uno elija. Ser críticos espectadores o comprometidos militantes. Eso sí hará muy bien a la democracia.

1 Programa Arriba Gente en canal 10.

2 Noticia que releva La Diaria 15/03/2019 en actividad pública del día anterior.

Ana Gabriela Fernández


Una mujer valiente con una corona en la cabeza

El 21 de marzo se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. En el marco de esta conmemoración y en el Mes de las Mujeres, la presencia de Angela Davis ha iluminado la ciudad de Montevideo.

Para las más veteranas, Angela Davis es la “Black Panther” más famosa, la viva imagen de los movimientos antirracistas en el mundo, cuando África se descolonizaba lenta y tardíamente, y se convertía en el último continente a ser abandonado por un imperialismo moribundo pero tenaz. Pero también es la viva imagen de la lucha de las izquierdas contra la represión del imperialismo norteamericano en plena Guerra Fría. Una presa famosa. Una comunista en Estados Unidos. Una negra en tiempos de apartheid. Una mujer atravesada por todas las desigualdades. Más famosa que otras tantas, porque su vida ha sido un grito de rebelión en el corazón mismo del imperio. Angela era también para nosotras la de la cabellera más afro, más digna y más bella que habíamos visto nunca. No se aplastaba el pelo, no se lo laciaba, no renegaba de su condición ni la ocultaba: la lucía. Lo usaba tan orgullosamente como una gran corona sobre su cabeza de leona. Su estética permaneció varias décadas e inspiró a muchas generaciones a no copiar modelos estéticos de la “clase/raza dominante” sino a construir los propios. Los nuestros. Los de las clases y géneros y razas dominadas a lo largo y ancho del mundo. Para construir nuestra propia belleza. Y nuestra propia historia.

Para las más jóvenes, Angela Davis es una feminista que supo poner en evidencia las contradicciones entre género, raza y clase. Por eso su libro Mujer, Clase y Raza es tan famoso y tan importante. “La raza es la manera como la clase es vivida”, nos recuerda.

Allí hace un prolijo itinerario de las luchas antiesclavistas y de las luchas por el sufragio femenino, y resalta algo que, en estos días, en el cruce entre feminismo y racismo, resulta fundamental. Que ningún proyecto de nación –ni siquiera el nuestro- fue fundado sin tener como base una sociedad esclavista, y no puede ser pensado –por izquierda- sin una perspectiva descolonizadora. Algo que parece evidente para la izquierda boliviana, pero no tanto para la izquierda uruguaya. Ni siquiera para el feminismo uruguayo, que siempre debe ser alertado sobre la inclusión del “racismo” entre sus denuncias y en sus reclamaciones.

Angela Davis también nos recuerda que no se pueden jerarquizar las opresiones, poniendo unas (las de clase), antes que las otras. Que eso es una mala comprensión del fenómeno de la dominación, porque todas las dominaciones vienen imbricadas. Que la dominación de género no viene “después” de la dominación de clase. Y que la racial está inserta en nuestra biografía como nación.   

El sistema esclavista definía al cuerpo como propiedad. Y en la lucha por la abolición de la esclavitud estuvieron las mujeres. Allí hicieron sus “armas políticas” en un mundo que no les daba ni el derecho al voto. Este concepto de la esclavitud como “cuerpo sometido” (en el límite, diría Aristóteles, como “puro cuerpo”) tendería un lazo entre el abolicionismo y otras luchas, como la lucha por la despenalización del aborto, por la ruptura con la estructura patriarcal del matrimonio y por la liberación del “trabajo doméstico” (esta última, inacabada, claramente, y donde los vínculos de “patronas” y “empleadas” merecen otras tantas reflexiones desde el feminismo).

Y ese lazo también está hoy presente en nuestras luchas contra la violencia de género, el femicidio, el trabajo no remunerado de las mujeres o el derecho a la identidad de género. Porque no somos un “puro cuerpo” sino una voluntad (colectiva), Angela Davis nos recuerda como “intersectar” luchas y evitar falsas contradicciones. La larga historia que su ya clásico libro hace sobre los desencuentros por lo que venía primero, si el voto “negro”, o el voto “femenino”, sirven para ilustrar lo principal: todas las dominaciones están intersectadas. Y nuestra lucha es contra un sistema de dominación.

En estos días en que celebramos las luchas contra el patriarcado y contra el racismo, tener a Angela Davis, con su hermosa corona de leona, nos enaltece. Pero también nos vuelve a recordar otras luchas, entre ellas, la lucha ante un sistema de justicia y castigo que criminaliza a los más pobres, cuya situación solo se recrudecerá con apelaciones de “mano dura” (como las del plebiscito en ciernes, que solo nos haría vivir “con más miedo”). Y, asimismo, nos recuerda que el pensamiento y la praxis, como dice el texto de invitación a su Doctorado Honoris Causa por la Universidad de la República, cuando combinados, son poderosos.  


Feministas y candidatura de Daniel Martínez

Las mujeres sabemos de los múltiples esfuerzos y energías que metemos a la hora de impulsar cambios para abordar este sistema capitalista y patriarcal que nos ahoga y nos deja por momento agotadas.

Hemos aprendido de la sororidad y  a articular todas juntas, las académicas, las militantes sociales y políticas, incluso entre mujeres políticas de otros partidos, para poder sacar adelante a las mujeres más vulnerables, a las más postergadas y a las discriminadas por su raza, origen social, diversidad sexual.

En este recorrido, hemos aprendido que nos representamos con el cuerpo, pero también que hay varones que luchan en pie de igualdad con nosotras y que son capaces de quedarse junto a nosotras, defendiendo nuestros derechos y nuestras posturas, porque comprendieron que nosotras luchamos por un mundo mejor, por más derechos para todos. Por eso la ley de violencia integral abarca también las violencias y los abusos que sufren los varones y hemos luchado por las licencias parentales y porque  los padres puedan estar en el parto de sus hijos.

Es por ello, que esta vez, una multitud de mujeres decidimos apoyar a un compañero que ha militado por los derechos de las y los trabajadores, por los derechos humanos y los derechos de las mujeres y la diversidad. Que ha sido militante sindical y ha recorrido varios poderes del Estado, desde el legislativo, al ejecutivo y departamental, en todos estos lugares ha sido precursor de varias políticas públicas por los derechos y por la igualdad.

Daniel Martínez ha hecho realidad una reivindicación histórica de las mujeres frenteamplistas de la Unidad Temática de las Ciudadanas (Unidad Temática del Frente Amplio), jerarquizando la Unidad de Género e incorporándola al Gabinete Departamental, dotándola de mayor presupuesto y transversalizando, en todas las políticas públicas departamentales, la igualdad y los derechos de las mujeres. Ha fortalecido las comunas mujeres en todo el territorio departamental e impulsado un nuevo plan de igualdad para todos y todas. Le ha dado apertura a las ideas de jóvenes y mujeres, incorporándolos al gobierno departamental y apostando a agendas diversas, de las minorías postergadas. Ha creado la Secretaría de la Diversidad y por primera vez la Intendencia de Montevideo tiene una Agenda transversal de Diversidad Sexual e incorporado persona LGTBi a su gabinete. Es un compañero abierto al diálogo, con las organizaciones sociales, con los vecinos y vecinas, que apuesta a las conversaciones frente a frente en el territorio. Y todo esto lo hace con hechos, todos los días.

El no nos va a “enseñar a militar”, porque de eso si que sabemos las feministas, nos va a acompañar en este camino para IMPULSAR los cambios que aun restan por hacer y por supuesto a mejorar lo hecho. Porque aún queda mucho camino para implementar la ley de violencia basada en género, ampliar la cobertura del sistema nacional integrado de cuidados, generar empleos de mejor calidad, avanzar en más viviendas, en la paridad en los cargos y otras tantas acciones en pos de la igualdad y la no discriminación.

Creemos que las feministas nos representamos con nosotras mismas y también con los compañeros que en la calle y codo a codo, luchan por la igualdad y el reconocimiento de más derechos junto a nosotras. Ante todo, construyamos unidad y compromiso con nuestras causas. Arriba el Frente Amplio!! Por lo que aún queda por hacer y lo que queda por mejorar, se viene un Cuarto Gobierno!

#ImpulsoFeminista

Andrea Venosa


El desmentido nuestro de cada día

(14/3/2019)
Carta pública al diario El Observador

En su artículo del pasado 13 de marzo, el periodista Martín Tocar, a partir de una carta pública enviada por una venezolana residente en Uruguay (quien moderó una mesa de debate sobre Venezuela realizada el pasado 12 del corriente en la sede del Frente Amplio), sostiene, en lo que respecta a mi intervención, tal cúmulo de inexactitudes y tergiversaciones, que me veo en la obligación de responder. Hay un Código de la Ética Periodística que es violentamente flagrado, al menos, de dos maneras: en la no consulta a la fuente, y en la forma en que las afirmaciones “citadas” inducen a quien lee la nota a sacar conclusiones contradictorias con mis afirmaciones.

Es de interpretación del periodista que algunos “asumieron la postura más defensiva” del régimen chavista frente a otros. No me consta. Me consta, sin embargo, que hubo bastante acuerdo en el debate sobre lo que allí estaba en juego: el rechazo absoluto y tajante a todas las modalidades de intervención e injerencia “imperial” en Venezuela. El Código de Ética dice “la cobertura realizada por los periodistas debe diferenciar claramente lo que es información verificada de lo que es opinión”.

En segundo lugar, el periodista transforma mi apoyo a la gestión de la cancillería uruguaya en prácticamente una burla. Elige el tono con que transmite las palabras, y lo consigue. Es casi una “deformación” (artículo 10 de “Los Principios de actuación” del Código de Ética) de lo que hice (que fue mostrar que una negociación, en un contexto de avance de la derecha en la región, era “casi revolucionario”). La cita textual es: “es fantástico lo que hace cancillería, de llamar a una negociación, de posicionar a Uruguay…realmente somos “revolucionarios”, y Nin pasa a ser la cabeza de ‘un movimiento revolucionario’, porque imagínense como estará América Latina para que nosotros seamos la dignidad…un país siempre medroso, porque siempre es tomador de decisiones. Nuestra falta de audacia tiene bases estructurales, no es una condición anímica, porque creo que los uruguayos son muy valientes”.

Por otra parte, escribe el periodista: “Moreira reivindicó el legado de la revolución…y dentro de ese legado resaltó la ampliación de la democracia política”. Sí, lo hice, pero escrito así, parecería que en este momento la democracia venezolana se está ampliando, cuando sucede todo lo contrario. La referencia fue al momento “fundacional” de la revolución bolivariana, cuando se realiza el proceso constituyente, la instalación del revocatorio y las múltiples instancias de ampliación de la participación ciudadana. No ahora. El texto induce a creer que estoy afirmando esto “ahora”, lo cual constituye una deformación total de mis palabras, y una deslegitimación, al menos, de mi condición de politóloga.

Es en mi crítica a Nicolás Maduro donde el texto se pone especialmente confuso. Y “los periodistas deben brindar una cobertura de los hechos completa, equilibrada y contextualizada” (artículo 9 del Código de Ética). El periodista consigna: “los movimientos de desconocimiento del Parlamento son lógicos, porque la oposición había ganado con mayorías especiales”. Lo que yo dije es que esa era la situación, absolutamente clara para cualquier observador externo. Fue una descripción de lo que pasó y no una justificación. El error del periodista no podría haber sido mayor. Porque se olvidó de poner el principio de la afirmación, a saber, que yo estaba en contra del desconocimiento de la Asamblea Nacional. Y a partir de allí viene toda una disquisición sobre la necesidad de que en democracia la izquierda negocie con la “derecha democrática”, para evitar justamente, que la derecha más antipolítica sea la que termine triunfando.
Es más, sostuve que: “el desconocimiento de la Asamblea Nacional no estuvo bien (por decirlo simplemente), la pelea con la Fiscalía menos… Todos esos movimientos de erosión del escaso campo del Estado de Derecho que quedaba en un país fuertemente polarizado y asediado, constituyen la parte del cúmulo de los errores por parte del gobierno de Maduro. Ni que hablar de la falta de equilibrio de poderes, la transparencia…”

Todo eso que no aparece en la nota de prensa publicada, todo lo que oculta más que lo que informa, todo lo que empobrece, y todo lo que caricaturiza, es lo que le hace mal a esta democracia, lo que le hace mal a la política, y esto me trasciende a mí y nos involucra a todos/as.
Llamo a esto “el desmentido nuestro de cada día”, porque en una relación “sana” entre medios de comunicación y política, donde el objetivo principal fuera informar, y el derecho a la información fuera el bien a preservar, nada de esto tendría que estar pasando.

Aquí se puede ver parte de la intervención de Constanza